Piedras decoradas

 
Tengo un problema: no puedo ver una superficie blanca sin sentir una deseo tremendo de ponerme a pintarla. Esta vez las víctimas han sido las piedras que hace años puse sobre la tierra de mis macetas (víctimas anteriores fueron la lavadora y la caldera). Lo cierto es que me relaja tanto que me he propuesto decorar una piedra cada tarde.